Operas de rock existen y tal vez sean pocas, pero las existentes han resultado en su mayoría ser sorprendentes. Pero al tratarse del genero del grunge es algo muy diferente pues cantos oscuros, tristes y tragicos, han hecho que este genero quede como en una lista negra. De tal forma que si alguna vez habria una ópera grunge, esta tendria que ser corta o breve, triste y/o trágica.
Y un resultado que concuerda exactamente con esto es si colocamos tres canciones de Eddie Vedder y Pearl Jam una detrás de otra, obteniendo una narrativa lineal oscura y triste.
Si agregamos la inspiración original detrás de cada una de las 3 canciones el significado es brutal para el artista y una historia verdaderamente obscura.
Cuando lees la letra de “Alive” puedes notar que habla sobre un hijo que no conocio a su padre debido a una inesperada muerte. Y el hijo crece para parecerse demasiado a su propio padre. Esta historia esta inspirada en la propia vida de Vedder, pero la canción le da un giro cuando la madre desea al chico de forma incestuosa.
Como Vedder dijo a Rolling Stone: “Todos escriben sobre eso como si fuera algo que afirma la vida, estoy muy contento por eso. Pero ‘Alive’ es… es una tortura. Es por eso que está jodido para mí”. Se vuelve aún más tortuoso cuando lo apilas junto con las otras pistas que completan la narrativa de la llamada trilogía Mamasan.
El segundo acto compuesto por la canción “Once” narra como el protagonista se convierte debido a una infancia desafortunada, en un asesino serial tornando la historia en algo todavía mas oscuro y pareciendo que las cosas no pueden ponerse todavía peor.
El tercer acto y capitulo final no llego a salir en el álbum Ten, tal vez esta sea la razón por la que la llamada trilogía Mamasan pasa siempre o casi siempre desapercibida por los fans. Pero la trama toma aún ultimo giro en la Canción “Footsteps”, se vuelve tan oscuro que se corta abruptamente. Vedder explico que se inspiro la historia de Green River Killer y nos cuenta como el protagonista se enfrenta ahora a la pena de muerte.
“Voces en mi cabeza… ooh voces, tengo rasguños en mis brazos, uno por cada día desde que me desmoroné”, canta Vedder con su sonajero vocal apropiado. Está lejos de ser un musical alegre y Vedder se apresuró a afirmar lo (con suerte) obvio y dijo que los elementos autobiográficos se limitan puramente al hecho de que no conocer a su padre tuvo un impacto psicológico notable en él mientras crecía, ya que con humor lanzó como un desenlace, “Me alegro de haberme convertido en compositor”.
0 comentarios