¡Hola, amantes de la ciencia y la música! Hoy tengo una historia que seguramente les fascinará. Resulta que el legendario guitarrista de Queen, Brian May, ha estado trabajando en algo muy especial y no, ¡no es una simple maniobra publicitaria!
Junto con Dante Lauretta, el científico jefe de la misión OSIRIS-REx de la NASA, Brian ha colaborado en un libro sobre el asteroide Bennu, ¡vaya combinación! OSIRIS-REx, que suena como el nombre de una nave espacial de una película de ciencia ficción, en realidad es una sonda que recolectó una muestra de Bennu en octubre de 2020. Y ahora, esta sonda está zumbando hacia la Tierra con ese precioso material espacial a bordo, ¡con la fecha prevista de aterrizaje el 24 de septiembre!
Pero, ¿sabían que Brian May, quien fue votado como el mejor guitarrista de todos los tiempos por los lectores de Total Guitar, ha estado trabajando duro durante años antes del intento de recolección? Sí, este genio de la guitarra se dedicó a procesar imágenes capturadas por la sonda de la NASA para encontrar un lugar adecuado donde OSIRIS-REx pudiera aterrizar en la peligrosa superficie de Bennu. ¡Qué combinación tan inusual de talento musical y científico, verdad?
Ahora, resulta que Bennu no resultó ser lo que los científicos esperaban, ¡nada de playas de arena suave con rocas pequeñas esparcidas aquí y allá! ¡No, no! Bennu los sorprendió con un paisaje accidentado lleno de rocas gigantes que se alzaban en formaciones de varios metros de altura. Vaya sorpresa para todos.
Pero aquí es donde Brian May entra en acción con su habilidad para la fotografía estereoscópica. ¿Y qué es eso? Bueno, es una técnica que involucra capturar pares de fotografías desde ligeramente diferentes ángulos, lo que permite ver las imágenes en gloriosas 3D. ¡Imaginen ver la superficie de Bennu en 3D, simplemente alucinante!
Lo mejor es que May encontró una forma de procesar las imágenes de OSIRIS-REx en 3D, ¡y el resultado fue impresionante! Pudo ayudar al equipo a seleccionar dos cráteres adecuados para intentar el aterrizaje. Uno de ellos se llamaba Osprey, elegido por los ingenieros de la sonda debido a su menor cantidad de rocas peligrosas en los alrededores. El otro, Nightingale, fue el favorito de los científicos porque su color indicaba la presencia de antiguos materiales en su superficie. ¡Qué decisión difícil! Pero al final, Nightingale se llevó el premio mayor.
Imagínense la tensión mientras OSIRIS-REx descendía hacia Bennu, ¡una tarea nada fácil! Y, para sorpresa de todos, la superficie del asteroide resultó ser bastante inestable, ¡como si aterrizara en agua en lugar de roca! Por un momento, temieron perder la sonda en el proceso, pero por suerte, todo salió bien.
La misión fue todo un éxito, y OSIRIS-REx regresó a la Tierra con una valiosa muestra de polvo y grava de Bennu. ¡Objetivo cumplido!
Y aunque la misión ha terminado, Brian May ya tiene la vista puesta en Apophis, otro asteroide peligroso que podría cruzar el camino de nuestro planeta en los próximos siglos. ¡Este hombre no descansa!
Así que, si quieren conocer más sobre esta increíble aventura en el espacio y descubrir las asombrosas fotografías en 3D de Bennu, no duden en conseguir el libro “Bennu: 3-D Anatomy of an Asteroid” ¡está disponible en Amazon y seguramente les encantará!
¡Hasta la próxima, exploradores del cosmos y amantes de la buena música! Brian May y su fascinante colaboración en el espacio nos han demostrado que el talento y la curiosidad no tienen límites, ¡así que sigan soñando en grande y explorando el universo!
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