Los científicos han descubierto seis galaxias que podrían haber surgido extremadamente temprano en la historia del universo, y son tan masivas que según la teoría cosmológica actual no deberían ser posibles. Utilizaron el Telescopio Espacial James Webb (JWST) y un equipo internacional de astrofísicos encontró estos objetos misteriosos en imágenes capturadas por el JWST. Estiman que podrían haber existido en los albores del universo, hace más de 13 mil millones de años, aproximadamente entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang. Estas galaxias no solo son antiguas, sino también masivas, contienen casi tantas estrellas como la Vía Láctea.

“Son algo muy loco”, dice Erica Nelson, profesora asistente de astrofísica en la Universidad de Colorado en Boulder y coautora de la nueva investigación. “Simplemente no esperas que el universo primitivo pueda organizarse tan rápidamente. Estas galaxias no deberían haber tenido tiempo de formarse”.

Los investigadores han publicado sus hallazgos en la revista Nature, y aunque estas no son las galaxias más antiguas que el JWST ha identificado —el año pasado, los científicos observaron varias galaxias que probablemente se formaron alrededor de 350 millones de años después del Big Bang y una, llamada GLASS-z13, data de solo 300 millones de años después del Big Bang—, el tamaño y la edad de estos objetos en conjunto tienen el potencial de reescribir los libros de astronomía.

Estos objetos aparecen en rojo en las imágenes del JWST; la luz roja generalmente significa luz antigua, y los científicos explican que a medida que el universo se expande, la luz emitida por los objetos se estira. Cuanto más se estira la luz, más roja aparece a los instrumentos como Webb.

“Eran tan rojos y tan brillantes”, dice Nelson. “No esperábamos verlos”.

Los cálculos actuales sugieren que no debería haber suficiente materia existente en el momento en que estas galaxias parecen haberse formado para dar cuenta de su tamaño y cantidad de estrellas tan rápidamente. Y, sin embargo, estas galaxias existen, no solo una, sino seis.

“La Vía Láctea forma alrededor de una o dos estrellas nuevas cada año. Algunas de estas galaxias tendrían que estar formando cientos de nuevas estrellas al año durante toda la historia del universo”, explica Nelson. “Si incluso una de estas galaxias es real, desafiará los límites de nuestra comprensión de la cosmología”.

Este último punto es importante: si estos objetos son lo que parecen ser, cambiarían fundamentalmente las creencias actuales sobre el universo. El equipo planea utilizar el JWST para recopilar más información sobre estos objetos y confirmar sus hallazgos.